La fotografía de arquitectura puede representar un reto, pero los consejos que enumero en este post te ayudarán a alcanzar sorprendentes resultados.
Bien sea planificado o porque se da la oportunidad cuando estamos de viaje, la fotografía de arquitectura se presenta como un tema recurrente que buscará la atención del lente del fotógrafo.
Es inevitable encontrarse con grandes estructuras emblemáticas durante un recorrido por la ciudad, mirar hacia arriba sus imponentes dimensiones y ser atraído por las formas, estilos e historias de estas creaciones hechas por el hombre, imaginadas por visionarios arquitectos y que en muchos casos desafían la física y el entorno donde se encuentran.
Y es que cualquiera sea el caso, cuando decido fotografiar edificaciones me gusta abordarlo de una manera opuesta a lo que sería por ejemplo la fotografía Macro, donde uno es el gigante y desde el exterior retratamos el micro mundo y sus detalles. Acá, por el contrario, somos un pequeño espectador y podemos orbitar la estructura, no solo desde afuera y a la distancia sino también desde adentro, explorando su espacio y multiplicando las posibilidades de capturar ángulos y encuadres poco vistos para obtener fotografías únicas.
Lógicamente para este tipo de fotografías, como para cualquier otro, siempre será importante contar con equipo adecuado. Por ejemplo, un gran angular que permita abarcar la mayor parte de la escena y acentuar líneas y puntos de fuga que sacan lo mejor de casi cualquier edificación. Sin embargo, no quiero hablar de equipos y técnicas si no de lo que, en mi experiencia, es básico y esencial para fotografiar construcciones, más allá del equipo con que cuentes.
Como primer paso y buena práctica en la fotografía de arquitectura, suelo documentarme antes sobre la edificación y visitarla previamente de ser posible. Para ello, busco información sobre el lugar; donde está ubicada, horarios de visita, si hay restricciones para fotografiarla, suelo hacer búsquedas en internet de fotografías existentes sobre ella con el fin de evitar repetir o hacer tomas similares.
Es muy común ver siempre los mismos encuadres capturados por turistas de edificaciones emblemáticas o de otros fotógrafos, que como tú buscarán esa foto especial. Entonces parte del éxito en obtener buenas fotografías de arquitectura implica, en gran medida, hacer un trabajo preliminar de búsqueda de información, observación y consideraciones a tener en cuenta y que intentaré enumerar para que puedan ser de ayuda para otros fotógrafos y entusiastas.
Investiga: Como ya dije antes, y de ser posible averigua y documéntate lo más posible acerca de la edificación. Puedes encontrar información valiosa o datos que la mayoría no conoce para ayudarte a conseguir esa foto que buscas y hacer la diferencia.
Conócela: Es importante que te familiarices con la estructura y su entorno. Cómo se ve durante el día y la noche, verificar si dispone de espacio exterior para ser vista o está inmersa entre otras edificaciones limitando su visualización, qué escenarios de fondo tiene en sus puntos cardinales que den una nueva visión al retratarla. Movilízate fuera, dentro, lejos, cerca para descubrirla y tener una comprensión tridimensional y de detalles con que reconocer sus virtudes y formas más características.
Observa su interacción con la luz: Los grandes maestros de la arquitectura siempre dieron gran importancia a cómo la luz incidiría con sus obras durante el día y el movimiento del sol, creando volúmenes y proyección de sombras que se convertirían en parte del alma de la edificación. Es por ello que observar en distintas horas del día la obra puede mostrarnos diferentes facetas, e incluso acentuar o disimular rasgos que puedan interesarnos para hacer determinada foto. La luz también nos revelará formas interesantes y sombras proyectadas que nos permitirán jugar con un sin fin de posibilidades a través del lente. La noche actualmente resulta una buena oportunidad de capturar un nuevo enfoque de las estructuras. Esto motivado a que muchas de ellas incorporan un diseño de iluminación artificial dramático resaltando sus formas, por lo que no pases por alto este recurso; pese a que requerirás de un trípode para fotografiar con exposiciones más largas en situaciones de poca luz.
Puntos de vista: Muchas veces obtenemos puntos de vista similares que muchos otros fotógrafos al fotografiar una obra arquitectónica debido a que las hacemos desde el nivel del suelo y de pie. Esto se debe a que los lugares comúnmente accesibles, desde donde hacen la foto, son de dominio público y que son el perfecto ejemplo de las fotos de turistas. Salir de tu zona de confort explorando y buscando interesantes puntos de vista será la única forma de ser distinto. Intentar colocar la cámara lo más cerca del suelo, encontrar puntos altos a la redonda que te ofrezcan vistas áreas de la estructura, acercarte a sus bases y hacer contrapicados utilizando las líneas y puntos de fuga, son ejemplos prácticos que puedes aplicar.
Humanizarla: En mis inicios mi paciencia era retada esperando el momento más oportuno para que persona alguna apareciera en el encuadre de mi foto. Deseaba retratar la arquitectura en su estado más limpio y puro. Tarea difícil, sobre todo si es un lugar emblemático que muchas personas y turistas visitan durante cualquier momento del día. Pese a que existen varias técnicas para contrarrestar esto, como gritar ¡bomba! y ver cómo la gente saldría corriendo despavorida del lugar (bromeo). Utilizando un trípode y fijando tu escena puedes tomar varias fotografías durante un periodo de tiempo y luego en post edición remover las personas que nunca permanecen en el mismo lugar. Sin embargo hoy día me gusta y me inclino porque el ser humano esté presente en este tipo de fotografía (no en exceso por supuesto, aunque siempre tendrá que ver con la intención de la foto) porque le otorga vida, calidez y propósito a la estructura y como los individuos nos relacionamos con ella. Por otro lado, se expone la relación de escala que, por lo general, vislumbra y nos hace entender las proporciones entre el hombre y la obra arquitectónica.
Potencia lo abstracto: Un enfoque inverso al punto anterior, es valernos de las líneas, colores, texturas, luz, formas que sean el centro de interés y atención, alejándonos lo más posible de lo literal y explícito. Nos concentramos en encuadres y composiciones poco comunes que en primera instancia no reconozcamos y sean apetecibles a nuestro cerebro para descifrar y comprender. Es el poder de lo abstracto. Encontrar esas escenas, por lo general inertes y frías, que atrapan sin duda nuestra mirada.
Composición: Clave sin lugar a dudas, para esta y cualquier tipo de fotografía a realizar, la composición es algo a tener en mente y para cuidar cada vez que se encuadre en el visor o la pantalla de la cámara. Fotografiando arquitecturas debes tener presente cuidar la proyección de las líneas y mantenerlas lo más rectas posible, esto dependerá en gran medida del lente que dispongas. Un lente gran angular tenderá a abarcar más de la escena y proyectar líneas fugadas, pero al mismo tiempo hará que las líneas rectas se distorsionen y sean curvas dependiendo de cómo compongas el encuadre. La regla de los tercios es un método fiable en la mayoría de las situaciones para componer una imagen armoniosa e interesante, pero yo te invito a romper los cánones establecidos, al fin y al cabo lo peor que puede pasar es que no te sirva la foto pero en la experimentación puedes aprender y sorprenderte con una que otra foto estelar.
No siempre contamos con el tiempo necesario para hacer todo esto, sobre todo cuando estamos de viaje de placer o trabajo y coincidimos con estar cerca de alguna emblemática edificación que, sin duda alguna, querremos pasar a ver y tomarle fotos. Por lo que mi mejor recomendación es que de antemano a tu viaje ya te documentes, usando la tecnología y los beneficios de internet, para hacerte de una idea bastante clara de cómo abordar las fotografías una vez que estés allí.
Y si apenas te enteraste de que hay alguna atracción arquitectónica en la localidad que visitas, o incluso estando frente a ella, la mejor opción será que te tomes unos minutos antes de disparar a diestra y siniestra para analizar el lugar, buscar buenos e interesantes puntos de vista, ver como la luz disponible ilumina y que juegos de sombras ejerce sobre la estructura, encontrar pequeños detalles que se suelen pasar por alto y hacerlos relevantes en tus fotos.
Para cerrar, te invito a que todo lo que he dicho en este post no te intimide y te haga pensar que para hacer este o cualquier otro tipo de fotografía tienes que analizarlo y pensar todo. No, si estas empezando en el mundo de la fotografía o es mucha información, no te preocupes, dispara tu cámara sin miedo, equivócate, arriésgate, acierta y maravíllate consiguiendo una buena foto, esa será la que importe y te animará a seguir haciéndolo.
En el proceso, estoy convencido que irás aprendiendo, hilando y atando toda la información que descubrirás y todo comenzará a cobrar sentido ¡Disfrútalo!.
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