Siempre he sentido una gran atracción por el arte de calle en la expresión de grafiti. Pero no hablo del grafiti ejecutado con imprudencia y descaro sobre cualquier esquina de la calle, me refiero a ese que transforma nuestro espacio cotidiano en un gran lienzo. Una forma de arte que convierte paredes y fachadas frías, en parques de colores en donde descansar nuestra mirada y que se destacan entre tantos avisos publicitarios, que crecen y prosperan como la hierba.

Ese grafiti que tuvo su origen en las señas e insignias de pandillas, sucios y lúgubres escenarios que han quedado como testimonios de días violentos, ha evolucionado a verdaderas expresiones pictóricas llenas de contenido, en donde un nuevo tipo de artista (alejado de los pintores académicos y lugares convencionales) crea su propio espacio en el entorno en que habita, para dejar su huella y compartir con el común su sensibilidad artística, esgrimiendo latas de aerosol, rodillos y brochas llenas de color.

Como diseñador gráfico, disfruto al contemplar los trabajos de los artistas de calle de mi ciudad y de cualquier lugar que visito. Me detengo a ver sus grafitis, busco si el autor dejó algún rastro donde seguirle por la red y conocer más sobre él y su trabajo. Es como estar en una nueva clase de museo, pero en la calle y eso es lo que más me encanta, porque lo hace más libre, cercano e incluyente.

Pero como fotógrafo, todo se vuelve un poco más complejo cuando deseo involucrar mi cámara y documentar sus obras. Una de las particularidades de los grafitis es que son un arte efímero. Ese grafiti que ves camino al trabajo, pasado mañana posiblemente ya no esté. Bien sea porque la pared o estructura en donde se encuentra, sea removida o sencillamente porque este sea reemplazado por otro grafiti o pintura.

Son muy pocos los grafitis que logran mantenerse durante largos periodos, pero esto es parte de la naturaleza de esta disciplina. Nada dura para siempre. Por lo que fotografiar un grafiti implica dejar un registro de la obra que existió en algún momento y lugar en la memoria de una ciudad. Esto por sí solo motiva mis ganas de fotografiar un grafiti. Por otro lado, también supone una responsabilidad de mi parte para con el artista y para con la obra, al querer exaltar los mejores atributos del grafiti para cualquiera que vea más tarde la fotografía.

Recientemente estuve de paso por Miami y no conocía el Distrito de Wynwood, muy de moda actualmente. Este paseo se ha convertido en un buen ejemplo de cómo una zona marcada por las drogas, la violencia y la delincuencia años atrás, ha sido transformada gracias al arte de calle, galerías y propuestas gastronómicas; en un rejuvenecido vecindario lleno de tendencias vanguardistas. Entre sus calles existe una gran variedad de grafitis que puedes admirar sin pagar nada y que te recomiendo deberías recorrer a pie, para así disfrutar con mayor calma.

También está Wynwood Walls, una especie de parque galería especialmente creado para albergar grafitis de artistas de renombre, que han sido invitados a dejar un mural en alguna de las paredes del recinto. Allí también encontrarás algunas galerías privadas bajo techo, con trabajos de artistas de calle célebres que podrás adquirir y llevar a casa.

Si visitas Wynwood Walls es posible que tengas la fortuna de ver en acción a un artista, en mi caso pude observar trabajar el diseñador y artista de Nueva York @futuradosmil, mundialmente conocido por su trabajo dentro de “Spraycan Art” y el documental “Style Wars” y a quien pude aprovechar de documentar durante el proceso de creación de su mural “FUTURA”. Es importante decirte que para entrar a Wynwood Walls deberás comprar entradas.

@futuradosmil realizando el mural “Futura” en Wynwood Walls

El paso por este increíble lugar me ha motivado a escribir esta entrada del blog. Quiero compartir contigo mi visión sobre cómo me gusta fotografiar el arte de calle, mis recomendaciones y qué aspectos tengo en consideración al momento de hacerlo. Espero sea de utilidad para ti, si también disfrutas de hacer fotos de grafitis cuando recorres tu ciudad o estás visitando alguna otra.

– Equipo:

Cámara

Por supuesto, es necesario que tengas una cámara de algún tipo, compacta, DSLR, Mirrorless o incluso la cámara de tu teléfono. Dependiendo de lo que tengas, la información que te daré será de mayor o menor ayuda para ti, pero te aseguro no te irás con las manos vacías.

Lente angular

Si piensas usar la cámara de tu teléfono, puedes omitir esta parte, aunque existen actualmente accesorios similares para los teléfonos e incluso los teléfonos más actuales ya cuentan con lentes angulares integrados que tienen el mismo propósito de la información a continuación.

Contar con un lente angular será de mucha utilidad para fotografiar grafitis, si bien la calidad de imagen dependerá mucho de la construcción y precio del lente. La principal ventaja que te dará contar con uno, es disponer de más rango de visión sin tener que alejarte de tu posición al hacer las fotos. Su distancia focal generalmente está comprendida entre 8mm y 25mm. Entre más bajo sea, más porción de la escena entrará en cuadro, pero también obtendrás mayor distorsión hacia los bordes de la foto (efecto óvalo). Esto te permitirá lograr fotos más amplias, donde el contexto en donde está el grafiti forme parte, logrando darle un look más dramático y al mismo tiempo dinámico a las perspectivas según compongas tus encuadres.

Filtro polarizador

Una herramienta muy útil que te dará un mayor contraste en tus imágenes, entre otras ventajas. Los filtros polarizadores aplicados a tu lente te permitirán eliminar reflejos indeseados en superficies altamente reflectivas, como el metal, el agua y el vidrio. Además, mejora el colorido de la hierba y el follaje, debido a que se filtran los reflejos azulados del cielo y elimina el exceso de luz del mismo, haciéndolo lucir de un tono azul más oscuro logrando que las nubes destaquen considerablemente. Este efecto cobra especial intensidad con un ángulo de 90º respecto al sol, en otros ángulos el efecto es menor o incluso nulo. Por lo que usar un polarizador para hacer fotografías a un grafiti puede darles un impacto adicional a tus fotos en donde la presencia de cielo o follaje en la escena sean relevantes.

Ten en cuenta que existen una gran variedad de filtros polarizadores y de todos los precios. Por lo general los más económicos suelen dar un efecto de viñeta hacia los bordes de tus fotos, haciendo que en el caso del cielo el color no sea uniforme, por lo que te sugiero invertir en un polarizador de buena calidad que no presente este tipo de características.

– Consejos:

La hora del día es importante. Te recomiendo planear visitar el lugar donde se encuentra el o los grafitis entre las 6 y 10 de la mañana o entre las 3 y 6 de la tarde, cuando la altitud del sol te dará una luz más favorable creando sombras interesantes entre las estructuras alrededor, que aportarán volumen y tridimensionalidad a tus fotos. Evita las horas del mediodía donde el sol está en el cenit y hace que todo se vea más plano. Como consejo, si llegas o estás en el lugar a esa hora y tu agenda te lo permite, es preferible que te tomes un café o refrigerio y disfrutes las cercanías mientras le das al sol tiempo para que baje un poco. El resultado de tus fotos hablará por sí solo y habrá valido la pena esperar.

Explora el lugar y el espacio en donde se encuentra el grafiti y cómo la luz de ese momento incide sobre él. También toma en cuenta que es imposible que muevas el grafiti de posición, por lo que deberás ser tú quien se mueva y busque la posición, ángulo y encuadre que saque lo mejor del mismo y del lugar donde se encuentra.

Presta atención a los colores y a la obra, algo de ello podría servirte para enfatizar o darle un carácter especial a la fotografía una vez que decidas cómo hacerla.

Incluye el lugar donde se encuentra y dale valor. Desde mi punto de vista, un error común al fotografiar un grafiti es que se intenta fotografiar solo el grafiti y se omite el contexto donde se encuentra a menos que esa sea la intención. Para mi la obra es tan relevante como el lugar donde se localiza, ambos coexisten dándose valor entre sí. Sería comparable a cortar a una persona que esté en el extremo de una foto familiar, la foto no estaría completa. Por lo que cuando fotografíes un grafiti recuerda reservar espacio en tu composición para mostrar dónde se encuentra, parte de su entorno y cómo se vincula con la obra.

Encuentra una historia y cuéntala. Los grafitis suelen estar inmersos por donde las personas van y vienen. Los transeúntes son parte común y natural de la escena, y en mi opinión también puede sacárseles mucho provecho y si se pueden incluir mejor. Hay un dicho que dices “si las paredes hablaran…” bueno creo que esto aplica 100% a los grafitis. Tómate un tiempo para ver a las personas que transitan alrededor y su interacción con la obra o como la dan por desapercibida, te aseguro que habrá un mar de posibilidades esperando y si tienes suerte no conseguirás la “foto” que esperabas si no una mucho mejor. Además, te ayudan a dar un sentido de escala con el grafiti y mostrar su tamaño.

No abandones tu creatividad. No te conformes con pararte de frente al grafiti y disparar tu cámara. ¿Recuerdas lo de ser responsable con el autor y la obra? Haz que valga la pena, busca ese encuadre o ese detalle que te dará una imagen diferente, tal vez sea a través de una reja, con un corredor pasando frente a ella o una perspectiva inesperada.

Por último, te dejo algunas de las fotos que realicé durante mi visita en el Distrito de Wynwood, deseando que esta información pueda servirte cuando te encuentres frente a un grafiti y quieras fotografiarlo o al menos te haga pensar de una manera diferente sobre ellos cuando los veas. No olvides dejar tus comentarios, opiniones y consejos que puedan ayudar a otros o un like si te gustó o te fue de utilidad el contenido.

IG @oberramirezphoto FB oberramirezphoto

@futuradosmil realizando el mural “Futura” en Wynwood Walls
@futuradosmil realizando el mural “Futura” en Wynwood Walls
@futuradosmil realizando el mural “Futura” en Wynwood Walls